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30/04/2020

Daniela Urzola

*Historiadora del arte. Amante del cine y de su crítica
@amovie.aday

 

En momentos como los que vivimos ahora existen pocas cosas seguras. Pero al menos una positiva sí hay: nunca hemos tenido más tiempo para ver cine. Sin embargo, en un mundo de opciones infinitas uno puede pasar horas -en alguna de las tantas plataformas que existen- hasta encontrar una película que se ajuste perfectamente a lo que uno quiere ver. Así que, con el ánimo de contribuir a que estos días sean un poco más llevaderos para todos, y desde mi mirada de humilde cinéfila, hoy les traigo una breve lista de 8 películas recomendadas de acuerdo con el mood cuarentenesco que estén experimentando.

Para sentirse bien:

20th Century Women (Mike Mills, 2016)

La década del 2010 vio surgir un grupo de cineastas con gran promesa. Entre ellos está Mike Mills, quien con sólo tres largometrajes ha demostrado tener un talento excepcional como guionista y como director, recibiendo una nominación al Óscar al mejor guion original por su último filme: 20th Century Women. Ambientada en la California de los años 70, esta película cuenta la historia de una madre y su hijo, y de cómo ella toma la decisión de pedirle a las otras mujeres presentes en su vida que la ayuden a criarlo. Es una premisa innovadora y un poco rara, pero una que da paso a un guion absolutamente conmovedor, resultando en algunas de las líneas más hermosas que he escuchado en el cine -y que voy a dejar que ustedes descubran por su cuenta-. En definitiva, es una película que te hace pensar, pero, sobre todo, una que te hace sentir. Personalmente, es una película que me ha dado esperanza; y es algo que creo todos necesitamos ahora.

Frances Ha (Noah Baumbach, 2012)

La segunda opción que les traigo es una de mis películas favoritas. Una que he visto más de un par de veces, y de la que siempre parezco llevarme algo nuevo. Noah Baumbach empezó su carrera como guionista en algunas películas de Wes Anderson, y poco a poco fue creando su propio estilo hasta llegar a convertirse en uno de los mejores cineastas independientes de nuestros tiempos -su último filme, Marriage Story, fue una de las más aclamadas en los Óscar de este año-. Protagonizada por Greta Gerwig, quien también actuó como coguionista, Frances Ha sigue a una mujer en sus veintes atravesando por las circunstancias diarias de la vida adulta: sus relaciones, crisis y demás. Con un guion que mezcla exitosamente lo excéntrico y lo cotidiano, la película logra hablar de la vida y de la adultez de un modo simple pero poético, describiendo perfectamente los sentimientos y pensamientos por los que pasamos todos los que, estando en esta edad, intentamos encontrar un lugar en el mundo.

 

Para no tomarse todo tan en serio:

Shaun of the Dead (Edgar Wright, 2004)

Durante la cuarentena se han vuelto a popularizar las películas de epidemias y de zombies –¿quién lo diría, ah?-. Y si bien este tipo de filmes en su mayoría se encuentran dentro de la categoría del cine de terror -a la cual llegaremos también en este artículo-, ¿por qué no aprovechar estos días para ver una comedia de zombies? En Shaun of the Dead, el aclamado director británico Edgar Wright se junta con el dúo cómico de Simon Pegg y Nick Frost para rendir homenaje a los clásicos del subgénero -cualquier fan de George A. Romero entenderá uno que otro chiste- con una “horror comedy” moderna en la que los protagonistas se encuentran en mitad de un apocalipsis zombie en Londres, buscando salvar a sus familias y amigos, y, por supuesto, con una historia de amor muy particular de por medio. Es una de las mejores sátiras que encontrarán, y definitivamente una que los hará pasar un gran rato al menos por 97 minutos.

Booksmart (Olivia Wilde, 2019)

Booksmart es una de las mejores películas que vi en el 2019. El debut de la actriz Olivia Wilde detrás del lente es una reinvención del popular género “coming-of-age”, esta vez centrado en la experiencia de dos adolescentes mujeres. Reminiscente de filmes icónicos como Dazed and Confused y Superbad, la historia nos presenta a Molly y a Amy, mejores amigas y estudiantes sobresalientes, quienes en su último día de clases deciden salir de fiesta y divertirse del modo en que nunca lo hicieron durante su paso por la secundaria. Por su premisa, Booksmart es una película que parece ser como muchas otras. No obstante, es única en muchas formas. La película tiene un elenco brillante que se destaca escena tras escena, liderado por la insuperable química entre Beanie Feldstein y Kaytlin Dever, dos actrices jóvenes con un futuro prometedor en Hollywood. Además, las historias de algunos personajes son una gran representación de la experiencia adolescente LGBTQ+, algo tan importante y difícil de lograr en este tipo de películas en la actualidad. Booksmart tiene un guion con un sentido del humor ingenioso y absolutamente efectivo, que puedo garantizar los hará reír a carcajadas más de un par de veces. Es un filme que en definitiva se destaca entre las múltiples comedias que se estrenan a diario.

 

Para aumentar la adrenalina (con un poco de terror, claro):

You’re Next (Adam Wingard, 2011)

Todo el que me conoce -o me ha leído- sabe que mi género favorito es y siempre será el terror. Desde las clásicas slasher de los 70s y 80s hasta las obras de nuevos cineastas como Jordan Peele y Ari Aster, ver una película de terror un viernes por la noche siempre será mi plan ideal. Un subgénero que disfruto mucho -y que es muy apropiado para la cuarentena- es el llamado “home invasion”, el cual se refiere, en pocas palabras, a aquellas películas slasher en las que el (o los) asesino(s) se adentran en el espacio doméstico de sus víctimas, siendo allí donde la mayoría de la historia, sino la totalidad, tiene lugar. You’re Next narra la historia de una mujer llamada Erin, quien durante un fin de semana en casa de los padres de su novio se ve obligada a enfrentarse a un grupo de asesinos enmascarados que ha llegado a matar a todos los miembros de la familia, uno por uno, sin ninguna aparente razón. Con una excelente banda sonora -que transporta a las películas de John Carpenter- y un guion que se apoya en una tensión creciente a lo largo de la película, You’re Next demuestra ser un ejemplo digno del subgénero, con una de las final girls más geniales en la historia del terror.

Hereditary (Ari Aster, 2018)

Si siguen con el mood de querer sentirse aterrados en sus propias casas, les traigo una de las películas más terroríficas de los últimos años: el excepcional debut de Ari Aster, Hereditary. Una película en la que drama y suspenso se entrelazan para dar lugar a un terror psicológico como ninguno. El filme se centra en una familia que empieza a sentirse turbada por presencias inexplicables tras la muerte de uno de sus miembros. El terror de Hereditary es uno que se va desarrollando con la historia, que toca fibras íntimas alrededor de las relaciones familiares, que mezcla lo real con lo sobrenatural, y que muchas veces aparece donde menos lo esperamos. Aster ha recibido grandes elogios por su primera película -y por su sucesora, Midsommar, también altamente recomendada-, no sólo por su maestría en el género del terror, sino también por la manera en que ha logrado encontrar allí el lugar idóneo para hablar acerca del dolor humano. Por esto, Hereditary es aterradora y emotiva a la vez, gracias al magnífico trabajo de Aster y a la devastadora actuación de Toni Collette en el papel de su vida -uno que ciertamente debió haber recibido más de un premio en la temporada del 2019-.

 

Para llorar (porque, admitámoslo, todos somos masoquistas de vez en cuando):

Short Term 12 (Destin Daniel Cretton, 2013)

Muy aclamada por la crítica, pero tristemente poco conocida por el público general, Short Term 12 es otro ejemplo destacado en mi lista de favoritas. Protagonizada por Brie Larson, el filme cuenta la historia de Grace, una supervisora en un hogar de acogida para adolescentes en situación de vulnerabilidad. Con un guion sencillo, pero genuinamente hermoso, la película sigue a Grace en sus intentos por ayudar a estos jóvenes, a la vez que se enfrenta a sus propios problemas; de esta forma, va creando una relación de doble vía con muchas de las personas con las que se encuentra, y las cuales le permiten confrontar su pasado doloroso y encontrar la manera de lidiar con ello. Con una banda sonora maravillosa y actuaciones profundamente excepcionales -si me preguntan, éste es el papel por el que Brie Larson debió haber ganado el Óscar-, Short Term 12 es una película que logra llegar a cada fibra de mi ser cada vez que la veo, y eso es algo que no es fácil de encontrar. Es una película para ver si quieren llorar, pero también es una película para ver porque quieren ver una verdadera obra de arte.

Me and Earl and the Dying Girl (Alfonso Gómez-Rejón, 2015)

Aquí el nombre de la película les dice todo: entren bajo su propio riesgo. Me and Earl and the Dying Girl es otra de esas películas que me han hecho sentir profundamente, incluso más allá de terminado el filme. Si tengo que admitir algo como cinéfila, es que soy una fiel seguidora del género “coming-of-age”, a saber, aquellas historias que se centran en el desarrollo personal de un protagonista, generalmente adolescente o adulto joven. Lastimosamente, este género ha ido adquiriendo una mala fama debido a la alta proliferación de películas con historias pobres y vacías. Sin embargo, aún es posible encontrar ejemplos que se destacan entre la multitud. Me and Earl and the Dying Girl es una prueba de ello. Escrita a la perfección, con diálogos ingeniosos y con un sentido del humor oscuro, la película gira en torno a Greg, un joven introvertido, quien por razones ajenas a su voluntad construye una amistad inesperada con Rachel, una compañera de clase que ha sido diagnosticada con leucemia. Esta descripción ya les da una idea de la premisa, pero todo lo que se desenvuelve alrededor de ésta es algo que supera lo que les pueda contar aquí, o lo que puedan llegar a imaginar. Además, la fotografía es preciosa y la banda sonora es realmente increíble -sin spoilers, la escena con “The Big Ship” de Brian Eno como música de fondo es una de las escenas más hermosas que he visto en mi vida-. Me and Earl and the Dying Girl es realmente una película fuera de lo ordinario dentro de su género, y les aseguro que los 104 minutos que le dediquen serán minutos bien invertidos.